A partir de 2023 es de aplicación un nuevo impuesto sobre envases de plástico no reutilizables.

Se pone en marcha un nuevo impuesto sobre los envases, con el objetivo de reducir el uso de envases de plástico no reutilizables. Este impuesto especial sobre envases se aplica al plástico y otros materiales utilizados en la producción de envases y es un intento de reducir el impacto ambiental. El nuevo impuesto se aplicará a todos los productos que contengan plástico destinado a permitir un solo uso o una reutilización de corta duración.

Existen obligaciones para fabricantes, importadores y clientes de conocer el nuevo impuesto especial, incluida una orden que regula su importación. El tipo aplicable varía en función de si el plástico es reutilizable o no; con un tipo más alto para los plásticos no reutilizables, y un tipo más bajo para los plásticos reutilizables a partir del 1 de enero de 2021.

Este nuevo impuesto medioambiental pretende incentivar el uso de plástico reciclado en lugar de plástico virgen en determinados productos, así como animar a las empresas a encontrar soluciones alternativas a los plásticos de un solo uso. Queda por ver cómo afectará esta nueva normativa tanto a las empresas como a los consumidores, pero sin duda es un paso en la dirección correcta hacia la reducción de residuos.

Objetivo de la nueva ley y como nos afecta

Con la reciente ratificación de la Ley 7/2022, la nueva Ley de Residuos y Suelos Contaminados para una Economía Circular, se ha integrado y establecido un nuevo impuesto sobre los envases de plástico de un solo uso a partir del 1 de enero de 2023.

Su objetivo es reducir la cantidad de plásticos de un solo uso que llegan al medio ambiente y dañan nuestros ecosistemas naturales. Se aplicará a todos los envases de plástico no reutilizables, como bolsas, vasos, recipientes y botellas, y las empresas deberán pagar una tasa por cada kilogramo de plástico que utilicen. Esta tasa se utilizará para financiar iniciativas que promuevan las economías circulares y los materiales sostenibles, así como la investigación de soluciones alternativas.

El Gobierno también tiene previsto introducir en el futuro normativas más estrictas sobre los envases de plástico para reducir aún más su impacto ambiental. Si tomamos estas medidas ahora, podemos ayudar a proteger nuestro planeta para las generaciones futuras y crear un mundo más sano para todos.

Impuesto especial sobre los envases

En un esfuerzo por reducir los residuos y su impacto ambiental, muchos países de todo el mundo han introducido un nuevo impuesto sobre los envases. Este impuesto impone un coste adicional a los productos envasados en materiales no reciclables o no biodegradables, animando a fabricantes y minoristas a cambiar a alternativas más ecológicas. En este artículo analizaremos qué es un impuesto sobre envases, a quién afecta y cómo puede contribuir a reducir el problema mundial de los residuos.

Los impuestos sobre los envases son un tipo de impuesto medioambiental diseñado para desincentivar el uso de plásticos de un solo uso y otros materiales nocivos que tardan siglos en descomponerse. Al encarecer la producción y la compra de estos materiales, se incentiva a los fabricantes a cambiar a opciones más ecológicas. Los impuestos sobre los envases también actúan como fuente de ingresos para los gobiernos, permitiéndoles invertir en iniciativas sostenibles como infraestructuras de reciclaje o proyectos de energía limpia.

¿A quién se aplica?

El impuesto sobre envases se aplica principalmente a los productores y proveedores de bienes de consumo como alimentos, bebidas, cosméticos, textiles y productos electrónicos. En algunos casos también afecta a los minoristas que venden productos envasados en materiales no reciclables. La cuantía del impuesto varía de un país a otro, pero suele oscilar entre el 0,03% y el 0,05% del valor del artículo para envases reciclables o alternativas biodegradables como cajas de papel o cartón.

Además de ayudar a reducir los residuos, un impuesto sobre los envases también puede beneficiar a los consumidores al aumentar la concienciación sobre las opciones sostenibles. Anima a las empresas a ser más transparentes sobre sus prácticas en la cadena de suministro, al tiempo que hace que las opciones respetuosas con el medio ambiente sean más accesibles y asequibles para los compradores. En última instancia, esto ayuda a crear una economía verde que beneficia a todos los implicados, desde los productores hasta los consumidores finales.

Si su empresa fabrica envases de plástico no reutilizables, o bien realiza adquisiciones intracomunitarias o importaciones de este tipo de productos por encima de ciertos límites mensuales, puede verse afectada por el nuevo impuesto que ha entrado en vigor en 2023 y que afecta a este tipo de operaciones.

A modo de ejemplo, puede verse afectado por este nuevo impuesto el plástico no reciclado de una botella de agua, el plástico que envuelve un paquete de botellas de agua o el plástico que protege un palé con varios paquetes de botellas.

El impuesto es de 0,45 euros por kilogramo de plástico no reciclado. Además, los obligados a satisfacer este impuesto deben cumplir ciertas obligaciones formales que hay que tener en cuenta.

El impuesto se aplica al plástico que se utiliza y no se recicla en la Unión Europea. Esto significa que cualquier empresa que fabrique, venda o utilice este tipo de plástico no reciclado deberá pagar este impuesto. Las empresas afectadas por esta nueva ley deberán registrarse ante su respectiva autoridad fiscal nacional y cumplir con los requisitos de presentación y pago establecidos para este tipo de impuestos.

El objetivo de este nuevo impuesto es doble: en primer lugar, incentivar a las empresas para que adopten prácticas más sostenibles a la hora de utilizar plástico, como el uso de materiales reciclables; en segundo lugar, recaudar fondos para invertir en la investigación de formas de reducir los residuos plásticos.

La Comisión Europea calcula que el nuevo impuesto podría recaudar entre 5.000 y 7.000 millones de euros anuales para proyectos de protección del medio ambiente. Se espera que los fondos recaudados se destinen a la investigación de soluciones innovadoras para reducir los residuos plásticos, como el desarrollo de plásticos biodegradables o la búsqueda de materiales alternativos.

Las obligaciones específicas incluyen:

1. Registrarse en el departamento gubernamental responsable de la recaudación de este impuesto (normalmente la autoridad fiscal local).

2. Llevar un registro del plástico no reciclado que se ha comprado, utilizado o vendido durante un periodo de tiempo determinado.

3. Calcular y pagar el impuesto devengado por el plástico no reciclado adquirido, utilizado o vendido durante cada período.

4. Presentar una declaración anual al organismo gubernamental encargado de recaudar el impuesto en un plazo determinado cada año.

5. Aportar documentos justificativos de las declaraciones presentadas para demostrar el cumplimiento de la legislación aplicable.

Información de la Agencia Tributaria

Información general

Base Imponible, tipo impositivo y cuota tributaria

Beneficios fiscales

Liquidación y pago del Impuesto. Inscripción, obligaciones contables. Repercusión. Nombramiento de representante.

 

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