Vehículos eléctricos: aspectos fiscales
El vehículo eléctrico es un vehículo que funciona con energía eléctrica. Utiliza un motor eléctrico como fuente principal de energía. La batería del vehículo eléctrico almacena la energía que se usa para alimentar el motor eléctrico.
Los vehículos eléctricos son una gran solución para aquellos que quieren reducir su huella de carbono y contaminar menos. También son más eficientes que los vehículos tradicionales porque no necesitan emplear gasolina o diesel para operar.
La inversión en vehículos eléctricos o híbridos puede suponer, en algunos casos, un desembolso superior al derivado de la adquisición de esos mismos vehículos con motor de combustión. Sin embargo, en contrapartida, se obtienen ahorros futuros por el menor consumo y por la mejor fiscalidad de estos vehículos:
El tipo de gravamen del Impuesto de Matriculación se reduce progresivamente en función de las emisiones de CO2 del vehículo.
Los ayuntamientos también suelen fijar bonificaciones en la cuota del Impuesto de Circulación de los vehículos eficientes.
En el caso de las empresas que ceden vehículos a sus trabajadores, si estos son energéticamente eficientes, se reduce la retribución en especie imputable en el IRPF de dichos trabajadores por utilizar los vehículos para fines particulares.
Conviene, por tanto, hacer cálculos y tomar la decisión más acertada. Además, las desgravaciones fiscales concedidas a los vehículos eléctricos o híbridos también ayudan a reducir el coste global de estos vehículos al mejorar su estructura fiscal. La compra de un vehículo eléctrico o híbrido, en algunos casos, conlleva un desembolso superior al derivado de la adquisición de esos mismos vehículos con motor de combustión. Sin embargo, a cambio, se obtienen ahorros futuros
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